PASTELITOS KATAIFI CON AVELLANAS

Este mes en el reto de Una galleta un cuento Mercedes del blog Merce´s cake, nos ha elegido un cuento que conozco bien. Cuando era pequeña mi madre me compraba unos cuentos gigantescos… cada hoja era el doble que un folio. Estos cuentos formaban parte de una colección de cuentos muy conocidos. Y en esta colección estaba el cuento de El traje nuevo del emperador.  Y como objeto había que colocar unas tijeras, ¡Y esta vez me ha acordado! 

Siempre me gustó mucho este cuento, por el engaño que se realiza a una persona engreída y prepotente. ¡Me gusta! 

El reto de Una galleta un cuento que administra Patricia, (Pattys cake) nos propone un cuento y nosotros tenemos que elaborar una receta inspirada en ese cuento. Si quieres ver lo que he hecho para anteriores galletas, pincha AQUÍ.

Me pareció una buena idea la de hacer alguna preparación con "hilos" y en seguida pensé en mi ovillo de hilos: la pasta kataifi.

La primera vez que probé la pasta kataifi fue en una cena muy especial en la que nos hicieron un entrante de gambón envuelto en pasta kataifi y horneado. Una delicia porque queda muy crujiente y rico.

Este pastelito que hoy os traigo, lo ví hace un par de meses en la red y me lo guardé en mi recopilatorio de febrero de 2018. La receta la he copiado del blog de Dulce de limón. Me gustó mucho cuando lo ví por la red.

Lo único malo es que la pasta kataifi que compré era un poco quebradiza y en vez de hacer una especie de “carrete” como era mi idea inicial, tuve que hacer montañitas de hilos. Así que el traje nuevo del emperador se ha quedado convertido en hilos. 

Y si quieres ver lo que han hecho mis compas de reto, pincha AQUÍ.

Ingredientes para 12 pastelitos: 

- Medio paquete de pasta kataifi 

- 100 gr de avellanas peladas y crudas 

- 100 gr de mantequilla 

Para el sirope: 

- 160 ml de agua 

- 30 gr de miel 

- 1 cucharadita de agua de azahar 

- 40 gr de azúcar moreno 

Para la decoración: 

- 12 avellanas peladas 

- 50 gr de chocolate de cobertura, negro o con leche (como os guste más) 

- 25 ml de nata para montar 

- 1 cucharadita de mantequilla 

Preparación: 

1.- Pelar las avellanas si las habéis comprado con piel.

Para ello se colocan en el horno caliente (180ºC) durante 5 minutos.

Se deja enfriar y luego se frotan con las manos para que pierdan la piel.

2.- Picamos las avellanas en un mortero, sin triturarlas demasiado, solo las machacaremos. Derretimos la mantequilla. 

3.- Abrimos el paquete de la pasta kataifi. Estiramos parte de la masa y vamos cortando “tiras” de masa de uno 20 cm de largo por uno 5 cm de ancho. Con mi pasta Kataifi no conseguí hacer tiras, por eso hice montoncitos de masa. 

4.- Sobre una de las puntas de cada tira de masa colocamos un puñadito (aproximadamente media cucharada de avellanas)

y la enrollamos sobre sí misma. Apretamos bien con las manos cada rollito y los vamos colocando en la fuente. 

5.- Repartimos la mantequilla derretida por encima de todos los rollos y llevamos la fuente al horno, a media altura, durante unos 30-40 minutos (hay que ir vigilando el color y tapar con un papel de aluminio la fuente a los 20 minutos más o menos), hasta que tengan uno color dorado. 

6.- Preparamos el sirope colocando todos los ingredientes en un cazo.

Lo cocinaremos a fuego medio hasta que reduzca más o menos a la mitad y adquiera la textura de un jarabe. 

7.- Cuando los pastelitos estén horneados, y aún calientes, los regaremos con el sirope. Dejaremos enfriar. 

8.- Mientras se enfrían, preparamos el chocolate para la decoración, calentando en un cazo la nata a fuego suave. Antes de que hierva, le incorporaremos el chocolate troceado y removeremos, ya fuera del fuego,

hasta que quede con una textura fina. Añadiremos la mantequilla y removeremos de nuevo hasta su completa incorporación. 

9.- Sobre los pastelitos ya fríos, repartiremos el chocolate (os puede sobrar un poco) y colocaremos finalmente una avellana sobre cada pastelito.

Mi opinión: Muy ricos. Queda una textura muy crujiente y agradable para un postre. Es bastante dulce... pero si te comes sólo un pastelito se puede soportar, más de uno es para muy golosos.