Esta receta la probé en Salamanca hace muuuuchos años: cuando de joven iba de vacaciones con mi gran amiga Mari Carmen. Sus padres son de Salamanca e iban todos los veranos a ver a su abuela. En esa casa se juntaban los abuelos, los hijos (6 hijos) con sus familias e hijos y, encima, me apuntaba yo de vez en cuando. Con tranquilidad podríamos ser unos 25 en la casa.
Descubrí muchas comidas típicas de Salamanca. Muy ricas, y diferentes, y entre ellas estaba esta... ¡qué me encantó!
Muchos años después, haciendo unas etapas del Camino de Santiago del Norte, me acordé de la receta y se la pregunté a la madre de mi amiga Mari Carmen (que tambien hacía el camino con nosotras). y ¡voilá! aquí está. La he hecho un montón de veces, y siempre ¡siempre! queda buenísima... aquí la dejo para los amantes del bacalao, como yo.
INGREDIENTES para 4 personas:
- 1 trozo de bacalao de un palmo de grande, aprox.
- 3 ajos cortados a láminas
-3 patatas grandecitas peladas y cortadas a láminas de medio centímetro
- 3 vasos de agua o más, depende de lo caldoso que quieras el guiso
- 1 hoja de laurel
- 1 puñado de arroz
- Aceite
PREPARACIÓN:
Poner a remojo el bacalao en agua fría la noche anterior. Mantenerlo en el frigorífico.
En una cazuela poner aceite y freir el ajo. Cuando se dore se añaden las patatas. Se sofríe también.
Se añade el bacalao desalado cortado a trozos y sin espinas. Se le da unas vueltas.
Se añade el agua, el laurel y el arroz.
Se deja cocer hasta que las patatas y el arroz están cocidos. Servir caliente.
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