Me he incluido en un nuevo juego: En el reto “Color y
Sabor de temporada”. Este mes han propuesto una receta compuesta por uno de
estos dos ingredientes: almendras o habas. Se me ocurren buenas ideas con los
dos, pero al final me he decidido por (el que yo creo) es el más fácil: las
almendras. Me viene a la cabeza muchas
recetas… (incluso turrón). Pero bueno...,
como ya se ha pasado la navidad de largo, me he decidido por una receta que
hace muy poco me recordó una participante del reto de Cooking the chef (El blog
de “Patty´s cake”) que imitaba una receta de Ferrán Adriá que, a su vez ,
imitaba esta receta hipertradicional (el imitador que imite al imitador, buen
imitador será): la tarta de Santiago. Lo cierto es que esta receta la conozco
desde hace años… y además igualita igualita a la que propone Ferrán Adriá. Es
una tarta que me gustaba mucho hacer porque es sencilla y resultona. El gran
problema es que es hipercalórica (básicamente
almendras y azúcar ¿para qué más?) y por eso dejé de hacerla por el bien de mi
abdomen.
Patty´s cake me enseñó una forma muy original de hacer
la cruz de Santiago, la hizo de color rojo intenso y al revés (como en una fotografía). Me explico: la Cruz
de Santiago se hace poniendo el dibujo de la cruz sobre la tarta y poniendo
azúcar glas alrededor, luego se quita el molde y se queda dibujado el perfil de
la cruz. Pattys cook colorea el interior. Ahora luego la veis.
El origen de esta tarta es poco conocido. Se cree que viene de la Torta Real que se hacía en Galicia desde el siglo XVI. Por aquel entonces la almendra era un artículo de lujo y sólo los más adinerados o en ocasiones especiales era cuando se consumía.
Pero, ¿sabíais que la Cruz de Santiago es el emblema de la Orden de Santiago, que era una orden religiosa y militar que surgió en Cáceres? Esta cruz es la encargada de proteger a los peregrinos que iban camino de Santiago de Compostela y también de hacer retroceder a los musulmanes de la península. Ya he hecho tres etapas del Camino de Santiago y la cruz se encuentra de vez en cuando… acompañando a los peregrinos.
INGREDIENTES:
Ya veréis que fácil... voy a enseñaros la receta para que amoldéis la receta al número de raciones que quieras hacer y todo proporcional.
20 g de almendra por cada ración… siempre se puede
pensar que sobre un poco para aprovechar para otra comida, repetir, grandes
comilones, la merienda, etc….tú y tus circunstancias
Misma cantidad de azúcar que de almendra cruda molida.
1 huevo por cada 50 g de almendra
Ralladura de limón: más o menos rallar medio limón por
cada 10 raciones
Canela molida (1 cucharada cada 10 raciones)
Mantequilla para untar el molde
Una cucharada de harina para el molde
Azúcar glas para espolvorear
Azúcar de color rojo para hacer la cruz (opcional, este es el toque gracioso de
esta tarta). Aquí tenéis la receta para hacer el azúcar de colores.
Cuidado con el molde, porque se debe adecuar a la
cantidad de masa. Yo diría que uséis un molde de 20 cm para unos 6 comensales
(120 g de almendra)
PREPARACIÓN:
Calentamos el horno a 180ºC, calor arriba y abajo, sin
ventilador.
Batimos los huevos con el azúcar hasta doblar el
volumen.
Mezclamos la almendra con la canela y la ralladura de
limón.
Vamos añadiéndole a los huevos, la almendra y con
movimientos envolventes, vamos mezclándolo todo con una espátula.
Cubrimos un molde con papel de hornear.
Lo untamos con mantequilla y luego con harina para que
no se nos pegue la masa.
Echamos la mezcla y horneamos. Si es una tarta pequeña
y fina con 17-18 minutos es suficiente. Pero la mejor forma de saber si está
lista es pinchar con un tenedor, si sale limpio, es suficiente; y si no… ¡a
seguir con el horno! El problema es que
se queda el agujero como prueba permanente de nuestra indecisión. Pero es el
mejor método que conozco.
Desmoldamos y dejamos que se enfríe totalmente en una
rejilla.
Para la decoración, utilizamos una plantilla de la
Cruz de Santiago.
Pero en vez de utilizar la cruz, utilizaremos el negativo, es
decir, el papel que nos queda después de recortarla, como os decía antes y como
veis en la foto.
Primero, cubrimos toda la tarta con azúcar glas.
Ponemos la plantilla negativa y espolvoreamos en el
hueco el azúcar rojo. Cuidado porque yo he tenido un problema: al ir a quitar
la cruz se me ha caído parte del azúcar rojo en la tarta. Lo que tenéis que
hacer para que no os pase es empujar el azúcar rojo que os haya quedado en la
plantilla hacia la cruz para que no quede nada en la plantilla antes de
quitarla.
¡A disfrutar!
Esta tarta se conserva muy bien en un recipiente
hermético. Es muy jugosa por dentro y apta para celíacos e intolerantes a
la lactosa. El postre ideal para todos y a los niños les encanta.
Para terminar de reventar podéis acompañarla con una
bola de helado… suelo elegir el helado de leche merengada… Ahí lo dejo.
Una tarta clasica que te ha quedado genial.
ResponderEliminarMuchas gracias lolines
EliminarBienvenida al reto guapa!!!
ResponderEliminarQue pintaza la tarta santiago,la tengo pendiente desde hace años y nunca encuentro el momento..tiene que estar deliciosa
besotes!!
Pues, a por ella. más sencilla no puede ser.
EliminarPues, a por ella. más sencilla no puede ser.
ResponderEliminarLlego tarde pero acá estoy leyendo toda tu historia, me encanta verte por acá esta receta es un clásico que me falta realizar, me fascinan las almendras y con la cruz en color rojo queda súper bonita
ResponderEliminarun beso!!!
Un clásico muy sabroso y que nunca cansa. Me gusta mucho!!
ResponderEliminarQué bien te ha quedado. Este año la he hecho para mis compañeros de Chile y les ha encantado, así que me tocará repetirla. Besos
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